miércoles, 28 de abril de 2010

Padre Fernando Mayorga, mil gracias por ser el Pastor de nuestra Parroquia María Madre Admirable y por los consejos recibidos a lo largo de su estadía. Dios lo Bendiga Hoy, Mañana y Siempre
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jueves, 18 de marzo de 2010

SALMO EN BUSCA DE LA IDENTIDAD

¿Me conoces, Señor? ¿Sabes quién soy por dentro?
No te fijes en mi rostro, que no tengo rostro.
Llevo puesta una pesada mascara que me impide ser yo mismo.

Estoy aturdido, desconcertado y perdido en mí mismo.
Quiero hacer camino hacia mi interioridad y no sé cómo avanzar paso a paso.
Soy un desconocido para mí. Desconocido para los otros.
Estoy cansado de quedarme fuera de las cosas.
Quiero entrar en mí mismo, conocerme por dentro.
Quiero saber quién soy, cual es mi origen.
Quiero saber porque estoy en la vida.
Quiero saber los porqués de tantas cosas.
Señor Jesús, quiero saber qué hago en la vida,
Saber si vale la pena vivir como yo vivo.

Quiero saber hacia dónde camino.
Quiero saber por qué ahora estoy alegre y luego triste.
Quiero saber por qué lucho entre el pesimismo y la valentía.
Quiero saber por qué me canso en las cosas que hago.
Por qué soy inconstante en ellas. ¡Por qué!
Señor, busco dentro de mí y no me aclaro.

Buceo en mí, señor, y me ahogo en mis aguas turbias.
Quiero llegar hasta el fondo y apenas piso la superficie.
Señor, ¿Dónde encontrar respuesta a mi búsqueda?

Me cuesta decirlo pero parezco diferente a lo que soy.
Muchas veces me pinto la cara como un payaso de circo.
Sí, Señor, lo reconozco llevo máscaras. No soy yo mismo.
Mi vida trascurre en la cuerda floja.
Me gusta el aplauso. Ser centro. Importante.
Me gusta que hablen de mal y tener buna imagen.
Me gusta, señor, mírame al espejo de los otros
Y copiar imágenes, figuras, rostros que no son los míos.
Me gusta ser protagonista: el ombligo del mundo.
Me gusta llamar la atención.
Señor Jesús, ¿es todo esto camino para hacerse hombre?

Ayúdame, señor, a buscar mi otro rostro. Mi verdadero rostro.
Ayúdame a quitarme las caretas.
Ayúdame a descubrirme por dentro.
Ayúdame a aceptarme como realidad que soy.
Ayúdame a aguantar mis miedos, mis inseguridades.
Ayúdame a superar mis fracasos y salir de mis derrotas.
Ayúdame a seguir adelante Y no volverme atrás.
Ayúdame a superar mis desánimos y mis desilusiones.
Ayúdame A saber comenzar cada día: ¡Siempre!
Señor Jesús, no quiero quedarme encerrado en mí mismo.
Señor Jesús, rompe mi concha, retira mi máscara, derriba mi muro
Y sé para mi Puente, ese Puente que necesito
Para pasar del cerco de mis amarras
A la libertad de un corazón nuevo y lleno de vida. Amén
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viernes, 26 de febrero de 2010

Leccion Del Fuego

Para los jovenes de la Parroquia Maria Madre Admirable!

En Cristo Salvador,

Fernando Mayorga Cruz, Pbro.
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lunes, 22 de febrero de 2010

EL CERCO

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domingo, 21 de febrero de 2010

ORACIÓN DEL PERDÓN

Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida.

Sé que Tú me darás la fuerza para perdonar.
Te doy gracias porque Tú me amas y deseas mi felicidad más que yo mismo.

"Señor Jesucristo, hoy quiero perdonarme por todos mis pecados, faltas y todo lo que es malo en mí y todo lo que pienso que es malo.

Señor, me perdono por cualquier intromisión en ocultismo, usando tablas de uija, horóscopos, sesiones, adivinos, amuletos, tomado tu nombre en vano, no adorándote; por herir a mis padres, emborracharme, usando droga, por pecados contra la pureza, por adulterio, aborto, robar, mentir.

Me perdono de verdad. Señor, quiero que me sanes de cualquier ira, amargura y resentimiento hacia Ti, por las veces que sentí que Tú mandaste la muerte a mi familia, enfermedad, dolor de corazón, dificultades financieras o lo que yo pensé que eran castigos. ¡Perdóname, Jesús, Sáname!

Señor, perdono a mi madre por las veces que me hirió, se resintió conmigo, estuvo furiosa conmigo, me castigó, prefirió a mis hermanos y hermanas a mí, me dijo que era tonto, feo, estúpido o que le había costado mucho dinero a la familia, o cuando me dijo que no era deseado, que fui un accidente, una equivocación o no era lo que quería.

Perdono a mi padre por cualquier falta de apoyo, falta de amor, o de afecto, falta de atención, de tiempo, o de compañía, por beber, por mal comportamiento, especialmente con mi madre y los otros hijos, por sus castigos severos, por desertar, por estar lejos de casa, por divorciarse de mi madre, por no serle fiel.

Señor, perdono a mis hermanos y hermanas que me rechazaron, dijeron mentiras de mí, me odiaron, estaban resentidos contra mí, competían conmigo por el amor de mis padres; me hirieron físicamente o me hicieron la vida desagradable de algún modo. Les perdono, Señor.

Señor, perdono a mi abuela, abuelo, tíos, tías y primos, que hayan interferido en la familia y hayan causado confusión, o que hayan enfrentado a mis padres.

Jesús, ayúdame a perdonar a mis compañeros de trabajo que son desagradables o me hacen la vida imposible. Por aquellos que me cargan con su trabajo, cotillean de mí, no cooperan conmigo, intentan quitarme el trabajo. Les perdono hoy.

También necesito perdonar a mis vecinos, Señor. Por el ruido que hacen, por molestar, por no tener sus perros atados y dejar que pasen a mi jardín, por no tener la basura bien recogida y tener el vecindario desordenado; les perdono.

Ahora perdono a mi párroco y los sacerdotes, a mi congregación y mi iglesia por su falta de apoyo, mezquindad, falta de amistad, malos sermones, por no apoyarme como debieran, por no usarme en un puesto de responsabilidad, por no invitarme a ayudar en puestos mayores y por cualquier otra herida que me hayan hecho; les perdono hoy.

Señor, perdono a todos los profesionales que me hayan herido en cualquier forma, médicos, enfermeras, abogados, policías, trabajadores de hospitales. Por cualquier cosa que me hicieron; les perdono sinceramente hoy.

Señor, perdono a mi jefe por no pagarme lo suficiente, por no apreciarme, por no ser amable o razonable conmigo, por estar furioso o no ser dialogante, por no promocionarme, y por no alabarme por mi trabajo.

Señor, perdono a mis profesores y formadores del pasado así como a los actuales; a los que me castigaron, humillaron, insultaron, me trataron injustamente, se rieron de mí, me llamaron tonto o estúpido, me hicieron quedar castigado después del colegio.

Señor, perdono a mis amigos que me han decepcionado, han perdido contacto conmigo, no me apoyan, no estaban disponibles cuando necesitaba ayuda, les presté dinero y no me lo devolvieron, me criticaron.

Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar a esa persona que más me ha herido en mi vida. Pido perdonar a mi peor enemigo, la persona que más me cuesta perdonar o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría. "Gracias Jesús, porque me estás liberando del mal de no perdonar y pido perdón a todos aquellos a los que yo también he ofendido.

Gracias, Señor, por el amor que llega a través de mí hasta ellos. Amén.
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ORACIÓN DE LA JUVENTUD

Señor, has de nosotros personas de paz
En el colegio y en nuestro hogar.
Que si hay odio en nuestras aulas,
pongamos nosotros amor.
Que si hay ofensas entre los estudiantes,
Pongamos nosotros perdón.
Que si hay discordias en clase,
Pongamos nosotros unión,
Que si hay mentiras que entristecen
Pongamos nosotros verdad.
Que si hay desconfianza entre la gente,
Pongamos nosotros confianza
Que si hay desesperación entre los mayores,
Pongamos nosotros esperanza.
Que si hay mucha oscuridad a nuestro lado
Y nadie encuentra la salida,
Que si la tristeza invade a los mayores,
Seamos los jóvenes la alegría de la ciudad.
Que los jóvenes no estamos preocupados de nosotros.
Sino que nos preocupen los demás
Y que no queramos
Que solamente nos consuelen a nosotros,
Señor, has que nosotros sembremos siempre
El consuelo y la paz
Como lo sembró Francisco de Asís
El amas pequeño de todos.
AMEN
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CREDO DE LA JUVENTUD

Yo quiero creer,
en la juventud que ama la vida,
y que amando la vida,
toma el riesgo de vivirla,
valerosamente, apasionadamente.

yo quiero creer,
en una juventud que sueña
con un mundo nuevo,
y que lucha con valor,
por convertir en la realidad su sueño.

Yo quiero creer,
en una juventud que ama,
y creer que con ese amor,
puede redimir el mundo.
Pero no puedo creer
en lo que sueñan sueños vanos,
en los que sueñan sin luchar,
en los que sueñan por soñar.

No puedo creer en los que hablan de paz,
en los que levantan la bandera de justicia,
pero están en guerra dentro de ellos mismos,
injustos consigo y con los otros.

No puedo creer en lo que dicen amar,
y duermen su sueño indiferente,
al lado de la angustia, del hambre y del dolor,
no puedo creer en los que dicen
que aman la vida, pero tienes miedo de vivirla.

No puedo creer en una juventud
apegada al pasado, que ignora el milagro de lo nuevo,
y renuncia a su búsqueda.

No puedo creer en una juventud cobarde,
ni en una juventud indiferente.

Los jóvenes creemos en Dios,
creador de un mundo no terminado,
como algo que esta hay ahí y así debe seguir,
que no promulga un eterno plan de desarrollo
en que que podamos participar.

Los jóvenes creemos en un Dios, que
no ha dividido a los hombres,
en pobres y ricos, en especialistas
e ignorantes, en amos y esclavos.

Los jóvenes creemos en Jesucristo
que vivió la situación del mundo
y tomo postura ente ella.

Los jóvenes creemos en la paz justa
que es posible construir.
Creemos en la posibilidad
de una vida llena de sentido
para todos los hombres y mujeres
Creemos en el futuro de este mundo
de Dios y del hombre: Amén



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